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GENEALOGÍA

BELO:

rey de Chipre

DIDO                PIGMALIÓN                   ANA

GUIÓN

Pigmalión, rey de Chipre, vivió en soledad durante mucho tiempo. Cansado de dicha situación, empezó a esculpir una estatua de mujer con rasgos perfectos y hermosos.

Así, formó a una joven, a la que llamó Galatea, tan perfecta y tan hermosa que se enamoró de ella perdidamente.


Soñó que la estatua cobraba vida de la que se sentía atraído, y no podía dejar de pensar en su amada de marfil.
En una de las grandes celebraciones en honor a Afrodita que se celebraba en la isla, Pigmalión suplicó a la diosa que diera vida a su estatua. Ella, que estaba dispuesta a atenderlo, dijo: “Mereces la felicidad, una felicidad que tú mismo has plasmado. Aquí tienes a la reina que has buscado. Ámala y defiéndela del mal”. De esa forma Galatea se transformó en una mujer real.


Al volver a casa, contempló su obra. Después de mucho tiempo, el artista la  besó. Ya  no sintió los helados labios de marfil, sino una suave y cálida piel en sus labios. Volvió a besarla, la estatua estaba viva, era humana. 

 

 


Una versión de la historia cuenta que tiempo después Galatea y Pigmalión se casaron y tuvieron una hija llamada Pafo. El escultor ofendió a Afrodita y ésta, como castigo, durante una noche, mientras Pigmalión y Galatea hacían  el amor… volvió a convertir en piedra a Galatea.
 

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